EL HOMBRE Y LA LIBERTAD

LA LIBERTAD, ATRIBUTO NATURAL DEL HOMBRE:
La
libertad es la facultad natural que tiene el hombre para actuar de
acuerdo con su razón y su conciencia. El hombre actúa de acuerdo con su
conciencia y su razón; por eso es libre: puede dirigir su vida, gozar
del bien, alcanzar su felicidad, lograr su perfección.
La libertad del hombre comprende: la libertad de ejercicio y la libertad moral.
La LIBERTAD DE EJERCICIO
o libertad de hacer consisto en no estar obligado a obrar o impedido
para hacerlo. Esta libertad exige que el hombre esté exento de toda
fuerza o violencia exterior para realizar lo que desea hacer o para no
realizar lo que no desea hacer, de acuerdo con su propia capacidad, con
las leyes y con la moral.
La LIBERTAD MORAL, llamada también libertad de querer o libre arbitrio, consiste en ser moralmente dueño de uno misma (“árbiter sui”), responsable del acto que se realiza.
La
libertad moral supone la libertad de ejercicio. Supone la ausencia de
toda imposición, violencia o apremio. La responsabilidad existe mientras
no haya impedimentos para ejecutar lo que se quiere hacer. Si alguien
es obligado a hacer algo, evidentemente no se lo puede culpar por lo que
hizo.
La
libertad es un ATRIBUTO NATURAL DEL HOMBRE; es la condición
indispensable para el desarrollo de su personalidad, para su
perfeccionamiento. Por eso el hombre.
LA
LIBERTAD sólo llega a ser plenamente hombre cuando goza de libertad.
Privar al hombre de su libertad es impedirle ser hombre. El hombre ha
sido creado para que use de la libertad, tanto en su vida intelectual
como en la moral. Pero la vida intelectual le ha sido dada al hombre
para conocer la verdad, y la vida moral para amar y practicar la virtud.
La libertad, pues, no puede tener otro fin legítimo que lo verdadero y
lo bueno. El hombre es libre para que bus-que la verdad, para que
ejercite la virtud y no para vivir en el error y en el vicio.
El bien o
el mal, la desgracia o la felicidad de los individuos, de las familias y
de los pueblos dependen del buen o mal uso que los hombres, individual o
colectivamente, hagan de la libertad.
ALCANCE Y EJERCICIO DE LA LIBERTAD EN LA SOCIEDAD
El alcance
y el ejercicio de la libertad en la sociedad están limitados por la
dignidad esencial de la persona humana y por el bien común.
Hay
ciertos derechos y libertades individuales o familiares que el Estado
debe proteger, como el derecho al honor y la reputación, el derecho a la
libertad religiosa, el derecho originario de los padres sobre sus hijos
y su educación.
En cambio,
otros derechos sólo son legítimos, en principio, si no perjudican al
bien común. Como el derecho de propiedad, de libre expresión del
pensamiento, de reunión, de asociación, etcétera.
La ley es la que determina el alcance y asegura el ejercicio de la libertad en la sociedad.
Cuando
falta la ley o no se la aplica, las personas están sometidas a la fuerza
de otras personas o de grupos más poderosos.
La ley
suprime o limita el uso de la fuerza por los individuos y a cada persona
le concede ciertos derechos y la protección necesaria para que pueda
ejercitarlos sin intromisiones extrañas.
La ley
protege la libertad del hombre, no sólo contra los ataques exteriores,
sino también contra lo extravíos de la libertad misma. La ley limita y
regula el ejercicio de los derechos, para que la libertad no degenere en
licencia.
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